Casi
sonreímos
de
incredulidad
cuando
recordamos
que
Cristian
Anton
Goering
(1836-1905)
consideró
a
Venezuela
como
“el
más
bello
país
del
trópico”.
Este
científico
y
explorador
encontró
esa
belleza
en
la
variedad
y
singularidad
de
los
paisajes
naturales,
la
candidez
de
la
gente,
la
sencillez
de
pueblos
y
ciudades.
Hoy,
esa
belleza
aun
la
podemos
apreciar
en
la
Mesa
de
Ejido
o
Mesa
de
los
Indios
fundada
el
16
de
agosto
de
1693
para
albergar
a
la
población
indígena
de
la
zona.
Sorprende
encontrar
este
pueblo,
como
escondido
dentro
de
un
paisaje
montañoso
híbrido
que
abarca
espacios
de
pródiga
vegetación
con
otros
de
naturaleza
semidesértica.
Esta
mixtura
ambiental
le
concede
un
clima
ideal.
En
el
orden
urbano,
fraguado
por
el
trazado
de
sus
calles,
su
plaza,
su
iglesia
y
sus
casas
modestas,
aun
resuenan
las
Instrucciones
dictadas
por
la
realeza
para
la
fundación
de
los
Pueblos
de
Indios.
Si
lo
urbano,
como
asentamiento
natural
de
los
seres
humanos,
debe
poseer
condiciones
para
garantizarles
felicidad
o
bienestar,
no
cabe
duda
de
que
la
Mesa
de
Ejido
ha
sido
un
pueblo
feliz.
El
carácter
sosegado
de
su
gente,
la
avenencia
de
sus
actividades
agrícolas,
artesanales,
turísticas,
educativas
y
religiosas,
la
delicadeza
de
su
gastronomía
y,
muy
especialmente,
la
genuina
tradición
musical,
son
rasgos
que
nos
hacen
descubrir
el
sublime
encanto
de
lo
tradicional,
lo
sensible
y
lo
modesto
del
alma
del
venezolano,
y
muy
especialmente,
de
lo
merideño.
El
propósito
del
Arquitecto
Ramiro
Prato
al
plantearse
la
investigación
cuyos
resultados
se
publican
en
este
libro,
es
el
redescubrimiento
de
los
valores
urbanos
tradicionales,
tomando
como
lugar
de
estudio
el
pueblo
de
la
Mesa
de
Ejido
(Mérida,
Venezuela).
En
el
desarrollo
ha
logrado
la
comprensión
de
esta
herencia
a
la
luz
de
reconocidos
elementos
teóricos,
conceptuales
y
metodológicos,
y
ha
elaborado
una
propuesta
integral
de
Diseño
Urbano
orientada
a
la
preservación
de
este
patrimonio
y
la
visualización
de
nuevas
posibilidades
sociales,
económicas,
urbanísticas
e
institucionales
que
contribuyan
a
la
solución
de
problemas
y
garanticen
la
vitalidad
de
la
vida
urbana,
dentro
de
la
escala
modesta
y
confortable
del
centro
poblado.
Los
aportes
van
dirigidos
a
estudiantes,
profesores
e
investigadores
en
el
campo
del
urbanismo.
Esperamos
que
las
propuestas
lleguen
a
los
habitantes
de
la
Mesa
de
Ejido,
sus
organizaciones
sociales,
autoridades
y
otros
entes
institucionales,
y
que
en
algún
momento
este
esfuerzo
se
convierta
en
referencia
para
la
discusión
y
toma
de
decisiones
en
la
elaboración
de
los
planes
urbanos
correspondientes.
El
autor,
Ramiro
Prato
Vicuña
es
Arquitecto
egresado
de
la
Facultad
de
Arquitectura
y
Diseño
de
la
Universidad
de
Los
Andes
y
del
Postgrado
en
Desarrollo
Urbano
Local,
Mención
Diseño
Urbano
(Mérida,
Venezuela).
Su
empeño
en
estudiar
el
valor
patrimonial
de
los
pequeños
pueblos
y
ofrecer
alternativas
urbanísticas
para
su
preservación
y
consolidación,
es
una
tarea
noble
y
casi
extraña
en
la
Venezuela
actual
tan
llena
de
incertidumbres,
de
arenas
movedizas
y
de
forzados
olvidos,
que
han
desdibujado
nuestra
verdadera
identidad.
En
este
contexto,
el
libro
“Preservación
de
la
Memoria
Urbana.
La
Mesa
de
los
Indios,
estado
Mérida-Venezuela”
es
un
valioso
aporte
para
la
reconstrucción
de
esa
originaria
memoria
venezolana
que
cada
día
se
nos
desvanece.
Miriam
Salas
Mérida,
Venezuela. 2014